Pitonisa
Fue en Delfos, donde
desde
las entrañas de la roca,
éstas cuencas vieron a La Pitia escapar
de tanta invasión civilizada
como un reptil se retorcía ascendiendo,
mientras murmuraba...
déjenme
en la noche y en el día, sola....
no perturben a mi espíritu...
sus pisadas... molestan, anulan mi vaticinio.
La fuente de Castalia ya no
emana sabiduría,
váyanse
intrusos de mil leguas,
dejen a
mi compacta sílice en su descanso,
descansar.
Llevaba varios meses sin visitar tu blog, y como siempre, me encuentro con estas hermosas letras. Es lo bueno que tiene mi ausencia, que al volver, siempre aguardas con esa pasión al escribir. Un abrazo.
ResponderBorrarPilar, cada vez que tomo mi nave , para navegar en el maravilloso mundo de los blogs, siempre llego a la casa de cada una de mis amigas, siempre bellas fotos, y ese lenguaje de versos, un abrazo a la distancia.
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