Nuestro Panchito encontró en sus últimos años de vida un gran amigo en realidad amiga la Mire, casi no me di cuenta o no asumí lo viejito que era nuestro perro y ésta última semana entró en recta final, de pronto no pudo alimentarse más y le costó mucho respirar, razón tenían los que afirmaban que ya estaba muy anciano, yo siempre lo miré como si fuese más joven y que íbamos a tener más oportunidades para compartir, me limite a rascarle su espalda acción que le encantaba y yo decía que regalón más grande cuando en realidad ya sus años eran los que no le permitían hacer otra cosa que retozar en el umbral de la puerta, lugar que empezó a compartir hace alrededor de un año con su amiga entrañable quién en un acto que no comprendí ésta mañana nos vino a avisar que estaba en sus últimos instantes de vida y quizás no quise comprender por cobardía, me limite a pedirle a mi nana que me dijera si aún respiraba y como aun lo hacía me dije el mediodía lo llevo al veterinario por si necesitaba que le ayudásemos a bien morir, no fue necesario se fue tranquilamente como llegó dejándonos su muestra de amor, su gran sensibilidad y nuestra admiración por su gran intuición gallardía y capacidad de entregar cariño siendo para cada uno de nuestra familia una compañía excepcional.
Panchito estas en el cielo de los perritos, llévale cariños a nuestra inolvidable castaña, y entre los dos envíenos a su relevo para poder entregar lo que con ustedes no hicimos aunque creo que supieron que fueron nuestros perros favoritos a quienes amamos y recordaremos siempre
María Pilar.
