Ecos, de húmeda aurora,
un contrapunto cada gota,
ruido de magma despierta el dìa,
palpitantes arbustos sueñan
bajo la sombra de nubes protectoras.
Aves, tímidas, gentiles,
agobiadas de aire matutino,
acogen los rayos desde el alto de los montes,
en cada pluma los capturan
y a traves de su vuelo, diseminan.
Hogar eres, de personas simples,
sabias, valerosas
en cada poro respiran poesía
dejan, en su esfuerzo,
una huella a seguir por otras vidas .
Andes majestuoso, ya encendido
impones tu presencia cada dia
resguardas las espaldas de los hombres
que escogieron tus faldas como lecho
y tu cumbre como guía.
María Pilar O.