Ecos, de húmeda aurora,
un contrapunto cada gota,
ruido de magma despierta el dìa,
palpitantes arbustos sueñan
bajo la sombra de nubes protectoras.
Aves, tímidas, gentiles,
agobiadas de aire matutino,
acogen los rayos desde el alto de los montes,
en cada pluma los capturan
y a traves de su vuelo, diseminan.
Hogar eres, de personas simples,
sabias, valerosas
en cada poro respiran poesía
dejan, en su esfuerzo,
una huella a seguir por otras vidas .
Andes majestuoso, ya encendido
impones tu presencia cada dia
resguardas las espaldas de los hombres
que escogieron tus faldas como lecho
y tu cumbre como guía.
María Pilar O.
recién escribes y yo mando a mi ojos a bañarse en el río lunar de tus palabras.
ResponderBorrarSolo, quien conoce tus montañas es capaz de comprender la proteccioón que brindan a sus habitantes, a cambio del sacrificio de estos para obtener los frutos de la tierra de sus laderas.
ResponderBorrarCritico Anónimo (No tan anónimo)
Gonzalo, si llega a ser un tercio de refrescante mi palabra de lo que es la montaña que humilde satisfacción siento.
ResponderBorrarA Mi fiel lector anònimo, gracias
por tu comentario!, tu has estado
las conoces, lo sabes.
Peligrosa?
no, pasa que mi reloj a veces se detiene.
El paisaje andino es realmente sobrecogedor, hay que sentirlo para entenderlo.
ResponderBorrarUn abrazo.
Amo las montañas, pero los Andes tan omnipresentes me generan un respeto mágico,,,,,,escalar, llegar al cielo, volar como las ághuilas, beber el agua cristalina de sus cascadas....
ResponderBorrarqué más se puede pedir si ya intentamos algo de todo esto?
Seguir soñando.......un placer refrescante y transparente....
besos