En tardes repletas de juventud
hacíamos el camino hasta San Juan de la Cruz,
el paso lento y alegre
la mente plena de ideas
el habla muy trascendente
la atmósfera, llena de olores
de tilo, mentas, laureles.
Días despreocupados
de hipótesis juveniles
de amores simples y puros
de frutillas, de rosales, de chocolates y nueces.
Sabes, en los días en que a solas salgo a caminar
tú recuerdo me suele alcanzar
tú recuerdo me suele alcanzar
y juntos retomamos
el camino hasta el huerto de San Juan.
el camino hasta el huerto de San Juan.
María Pilar