24 julio 2007

Viejo Almacen

                            


VIEJO ALMACEN

         Recuerdo un viejo almacén, de grandes mesones de caoba donde el polvo era parte de los muebles no molestaba,  como tampoco molestaba, el olor del carbón a medio encender usado para calefaccionarse,  ni la macilenta luz del bajo voltaje,  pues los seres estaban iluminados desde dentro, al parecer tenían una especie de radar que guiaba los pasos.
                                     No era necesario encender juego de luces de colores en las vidrieras para llamar la atención del transeúnte, todo quedamente en su lugar.  
                                 Era un almacén múltiple, en un rincón los cajones de cereales que se expendían por kilos, trasladados por la poruña hasta la pesa llamada romana y después hacer los paquetes de papel que se enroscaban en las manos, en otro sector los clavos de distintos tamaños también vendidos por kilos, en otra punta los géneros e hilos, el damasco o cotí para hacer los colchones a rellenar por la auténtica lana de oveja,  los somieres de resorte.  A la entrada,  el espacio del tambor que contenía el aceite para cocinar el cual cada vez que faltaba en nuestras casas veníamos a comprar trayendo la botella.
                       Sin saberlo éramos todos seres ecológicos,  de esos que reparábamos la ropa y el calzado,  que comprábamos lo que necesitábamos,  que usábamos envases de vidrios y bolsas de papel,  hoy se dice, retornable, orgánico, biodegradable, tanto nombre que hubo de crearse solo para hacer conciencia de que estamos acabando imperceptiblemente con nuestro planeta.                                          Los que tenemos cerca de 50 años nos criamos en un mundo diferente,  pero fuimos implacables cómplices de la situación actual.
                               Viejo almacén, suena hasta romántico el nombre dado, formas partes de la vivencia de muchos de nosotros, que te vimos ya sea como hijos, nietos de comerciantes o como simples usuarios.
                                  Vino tu fin, en manos de la modernidad y con   ello el desgaste de los elementos, el calentamiento global y una riqueza excesiva o un vil consumismo y una pobreza indigna.
                                            Se acabó la austeridad, el juego limpio, el convivir del hijo del panadero, con el del funcionario estatal,  con el del médico,  del lustra-botas, del abogado, profesor, zapatero, taxista etc.
                                         Se dejó caer la llamada lucha del hombre por el hombre, en realidad, otro disfraz más,  un slogan destinado a satisfacer el deseo personal de cada quien, de alcanzar el éxito, de llenar los bolsillos, de cumplir expectativas generadas por la nociva exposición de medios de vidas extranjeros mostrados por el cine y la TV. y así sin darnos cuentas estamos teniendo vicios de países “desarrollados” llevando aun el lastre de pertenecer al tercer mundo.
                                                Que ganas de volver atrás y defender a todo pulmón esa vida sencilla de los 60 y tantos, pero rueda la rueda y rodamos con ella.
                                                 Si somos un país con hijos inteligentes porque vamos de atrás, mientras algunos países vienen de vuelta nosotros seguimos copiando malas costumbres y echando irremediablemente al parecer las buenas costumbres al tacho de la basura.
                                                   El amor al trabajo, a ese trabajo físico que implica poner en movimiento extremidades tronco y cerebro, a ese trabajo hoy se le considera indigno, (explotación se le ha llamado) cuando era el que mantenía sin gimnasio, sin consumo de fibra artificial, esbeltos los cuerpos, sanas las mentes.
                                                          El amor a la honradez hoy faltada de todas sus formas, desde el robo de pequeñas especias, de no rendir por compras, de quedarse con los libros, robar música piratear todo, hasta el robo de la familia (el más grave y éste no se denuncia).
                                                         Viejo Almacén,  te hemos cambiado por una mole de cemento, adornada de luces de neón y ruido ensordecedor  para nublar nuestro horizonte y no escuchar nuestra conciencia.   Engañosamente los medios publicitarios,  nos hacen sentir libres por poder escoger con que vestir nuestra existencia,  curiosamente el consumismo nos uniforma,  es la esclavitud de seguir la moda, libremente, imperceptiblemente nos hacemos esclavos, como corderos vamos escogemos, pagamos, nos endeudamos para seguir siendo más igual al otro, en lo externo y seguimos descuidando nuestro ser interior y degradando nuestro mundo.
                                                         Si bien el tiempo no rueda al revés, el reflexionar quizás me permita contribuir con un granito de arena para hacer nuestro mundo mejor  y no quedarme solamente con el romanticismo de evocar ese Viejo Almacén.

                                                                     Pilar Obreque Briones.

Los Angeles  julio 2007.

13 julio 2007

En el pabellón




Entre ruidos metalicos y estériles paredes
vagan higienizados arsenales
mientras adormecen mi vista
bajo embotados focos de rayos circulares

Cuervos blancos diseñan
proyectan ,exploran
mi piel desarmada,
fragmento de mi externo ser
solo sombras de silencios

Mi respiro no me alcanza
desnuda frente a ellos
desnuda ante Tí
dejo mi alma.

El final se viste de misterio
entramado de puntadas insensibles
a segundos de cruzar este río
apoyada por cánulas y oxigeno
cristalinos monitores.
mi trance acompasan.

Caminodesur.

04 julio 2007

Paradoja


Termina otro día, a descansar de poses adoptadas para llevar mejor la rutina. Llega la noche y con ella el despertar de los deseos que por las circunstancias no te queda más que plasmarlos en esa mueca aborrecible, cuidadosamente disimulada tras una sonrisa, que cada vez te cuesta más mantener.
Es mejor que te vayas a la salita y te mires silenciosamente en el espejo y ayudado de tus dedos acomodes tus músculos antes de traspasar el umbral, así no impactes su atolondrado corazón con esa cara ficticia, mira que no ha sido un buen día para nadie menos para ella, cada día le cuesta más mantener las apariencias, como si aquí no pasara nada.
Ya lo sé, es tan difícil para todos, no comparemos, para que darse la molestia de medir el dolor, si al final es eso "dolor", pero mira queda menos tiempo, ya se encargará de ella la muerte, paulatina y tan parcial, seguro nos causará mas de una envidia ver su entrega, pues la quiere mas que a nada ni a nadie, si en cada gesto la busca y cada hálito de vida es para llamar su presencia, para nadie tiene esa disposición.
Contradictoria como siempre, como todo en ella, tanto desea morir, tanto invoca a la muerte que constituye su motor, paradojalmente "la muerte" es quien la mantiene "viva".
M. Pilar O.

VERDAD O MENTIRA

                                 VERDAD   O MENTIRA   En un mundo de misterio color océano en días de tormenta invisibles púas ata...