25 abril 2007

“El Huerto”


            


                                 Ella siempre traslucía una genuina felicidad que defendía contra viento y marea, cuando yo llegaba, la encontraba taciturna en el patio trasero, si hacía algo la mayor parte de las veces era limpiar de hojas el suelo, me llenaba de impotencia no poder sacarla de ese mundo, más cuando yo en ese mismo patio tuve vivencias que pueblan mi recuerdo.                                    De pronto  me vi trasladado a la época en que don Santiago traía las cerezas del huerto, dejaba los canastos llenos en el patio trasero, traía la fruta de segunda, la que no cumplía con lo exigido por las fábricas de conservas.  Recuerdo muy bien como era el proceso.                                                                     Sin darse cuenta se remontó a esa época de la cosecha en casa de su tía, sin mas se vio de nuevo como un imberbe jovenzuelo, vestido de pantalón corto, atravesaba su pecho un bolso en el que  portaba algunas prendas de recambió. Frente a la puerta de la casona miró por un momento indeciso y luego exclamando ¡ah diablos!, tocó con firme decisión la puerta, recordó muy bien que le abrió la Carmencita, quien le saludo con mucho cariño, "es época de cosecha y necesito ganarme unos pesos, crees que la tía me tome?", dije.                           Pase primero joven Alcides, ella está en el negocio, recorrí el amplio salón y atravesé la puerta que separaba la casa de la tienda, allí estaba con su delantal de cintura que en sus grandes carteras guardabas el preciado tesoro, las llaves.                           Tía ¿como está?, le traigo saludos de mi madre y hermanos, le dije con cautela, tomé su mano y me acerqué para besarle la mejilla, allí me sentí de inmediato acogido con su gran sonrisa y su mirada intensa, me dio unos golpecitos en mi espalda y acto seguido grito, ¡Carmencita!  tráigale a mi sobrino, una leche con pan amasado y colóquele harto quesito. Ven acércate mozuelo y dime como esta toda tu familia.                               Bastó ese encuentro para sentirme parte de ella y su entorno, fui tratado como uno más de la familia y de a poco me interioricé de los quehaceres y los deberes que me tocaría llevar.                                Lo que mas me gustó fue que me encomendó el cuidado del huerto, que ¡huerto!, centenares de cerezos, de todas las variedades, que lugar mas hermoso, enclavado en un pequeño cerro que a los pies emanaba un manantial rodeado de un césped natural que contenía la hierba buena y el poleo que le infundía un olor característico, la sombra de unas pataguas completaban este rinconcito donde instalamos mesones para disfrutar de los almuerzos campestres.                              La temporada de cosecha era corta y debíamos procurar hacerlo bien para proteger los árboles y asegurar una buena producción, tomábamos mucha gente por la temporada para clasificarlas y encajonarlas era todo un rito, debían ir con su palito y ordenadas de una forma especifica y totalmente sanas luego se cubrían con hojas de sus mismos árboles, se cerraban los cajones se marcaban, y luego se cargaba el camión para su despacho, terminada la faena del día disfrutábamos de una buena comida luego íbamos al manantial a refrescarnos, dormíamos todos juntos en un pabellón hecho especialmente para los temporeros que incluía al cocinero, el querido don Chano que aparecía cada fin de año con su perro batallón, la tía nos enviaba la pulpería y la verdad que junto al trabajo que era duro disfrutábamos del paisaje, de una buena convivencia y el rico rancho de don Chano. Cada término de semana, iba al pueblo a buscar el dinero para pagar el trabajo, evaluábamos quienes lo hacían bien y los que no se tenían que ir.                                  ¡Ay! que días, colores contrastantes, sabores auténticos, sonidos naturales, brisa buena, sol generoso. Nadie se sentía menos ni mas, cada quien feliz de hacer su trabajo y yo dichoso de poder gozar de todo eso y además ganarme mis pesos que tanto necesitaba pues en casa de mis padres las cosas no iban bien, logré sin darme cuenta hacerme necesario e incondicional de mi tía así cada vez que llegaba el tiempo de la recolección de las cerezas me esperaba, después pasado los años me vine a vivir con ella y fui como un hijo mas, es hermoso el recuerdo que tengo de mi tía, su casona y el añorado huerto, ¡como quisiera volver atrás el tiempo! y adentrarme entre esos árboles, pero el tiempo avanza en un solo sentido y acá estoy, solo feliz de gozar de este buen recuerdo.
                                      Mis primos emigraron y yo terminé siendo el mas cercano a la tía, por lo que acabé quedándome en la casona y todo transcurrió con cierta rutina, me casé formé mi familia, todo normal, salvo porque una de mis niñas se hundió en un mundo, bueno he aceptado que es su mundo, pero vive, solo vive, es mi espina, no me resigno, no he logrado sacarla de su hermetismo no he podido saber que sucedió, y me duele verla acá en este patio, donde yo fui tan feliz, barriendo eternamente las hojas.

                                     Caminodesur.

06 abril 2007

Recordando


Quiero en este día agradecerte Jesús tu compañía, tu entrega tu guía, hace un año, viví la experiencia de sentir en carne propia la respuesta a la fuerza de la oración, resultado de la Fe de muchas personas de diferentes credos, no quiero dejar de contar además que una velita se enciende todos los días dedicada a preservar mi salud por un angelito de la guarda que estoy segura Tú me enviaste, me visitaron seres de luz en un momento crucial inundándome de paz de esperanza, después siguiendo el camino trazado sentí en un momento de superior flaqueza tanto de mi cuerpo tanto de mi alma, como Jesús me dijiste “abraza mi cruz” y la abracé, me entregué en tus manos mi Dios, y te acompañe en tu calvario, humildemente, sé no tiene comparación, pero para una simple mortal como yo, ese sufrimiento me acercó a entender más, tu sublime pasión y entrega por la humanidad, después de ese trance he sentido que mi Fe ha crecido enormemente y mi religiosidad dejo de ser un peso, un posible castigo, siento mi Dios, que estas conmigo siempre, en todo lugar, que hay diferentes maneras de vivir una misa y que me quieres con mi fuerzas y debilidades y que no me juzgas, como a veces juzgan los hombres. Tengo la certeza que has dado tu vida por nosotros que nos quieres nos aceptas tal y como somos y que tu reino habita en cada uno de nuestros corazones, siento a María como mi mamita a través de ella y con ella llego a ti. Hoy, que se recuerda tu muerte Jesús, quiero decirte que eres mi estandarte, que te llevo tomado de la mano siempre y cuando requiero combustible adicional te la aprieto muy fuerte para no caer o para volver a levantarme, y que recurro al rosario que es fuente de máximas bendiciones que guía mi Fe, mi fuerza todo y que sé, que siguiendo en lo que podamos tu ejemplo de vida cumpliremos con tu pedido, de amarse los unos a los otros y de amar a Dios por sobre todas las cosas. Debía este testimonio de tu grandeza y de la fuerza de la oración tanto para alabarte Jesús como para dar certeza a alguna atribulada vida que es verdad y no solo una frase, “pide y se te concederá”. Para ser más exacta fui a buscar la cita: Mt. 7, 7-11 Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.



Caminodesur.

04 abril 2007


Quiero y necesito un cambio, por lo tanto en esta tarea de escribir que tanto me gusta, también lo quiero reflejar y es por eso que la temática de mi blog inicialmente pensado en compartir mis poemas trataré de orientarlo a compartir vivencias, reflexiones, intereses, lugares, imágenes, algunos pequeños cuentos, sin dejar de lado la poesía, mezclándolo con autores contemporáneos y otros no tanto que he conocido gracias al gusto que mi padre tiene por ellos y que desde siempre nos ha transmitido. Es curiosa esta apertura que hago, a mi que siempre he querido pasar inadvertida, pero esto ha podido más, me ha capturado lo que he visto en este mundo de los blogs, hasta el momento me he dedicado mas a leer y me he dado cuenta lo hermoso y gigante de las vidas con tanto mundo interior sin temor de vaciarlo y compartirlo, bueno igual tiene su lado oscuro y uno se encuentra con quienes no estoy de acuerdo ni en el fondo ni en la forma pero para eso todos tenemos la libertad de elección, así será también con lo que yo escriba, a quienes no les llegue ni le interese solo pasarán, seguirán su camino y es como debe ser como seres únicos y especiales que somos. Bueno para ser lo primero ya es suficiente, hasta el próximo escalamiento desde este Camino del Sur.

VERDAD O MENTIRA

                                 VERDAD   O MENTIRA   En un mundo de misterio color océano en días de tormenta invisibles púas ata...