COMPRENDER
Una luz dorada fluye del pensamiento
oscila danzante, atrae delirios,
fuerte, como un abrazo suicida.
Impacta la fortaleza del que nace vivo
Impresiona el sufrimiento del que nace muerto
¿Cuantas veces debemos morir para nacer?
¿Cuantas veces debemos nacer para morir?
En el existir cohabita luz y sombra,
¿Que nos deja entrelazados al espectro de señales equivocas?,
Un latido nos separa del que urde trampas o del que las libera.
Para romper antiguas redes me detengo y te acaricio,
¿Cuánto tuvo que pasar?, para entenderte
¿Cuántos miedos sin razón?, para dejar incertidumbres
¡Cuántos delirios, cuántos dolores para volver a parirte!
Para que vuelvas a nacer,
cambia mi cerebro, mi forma de pensar
me abro y conecto con el amor de verdad
Ese que proclamas
Ese que clamas
Ese que amas
Ese amo.
María Pilar
Enhorabuena por esas catarsis tan fructífera.
ResponderBorrarUn abrazo.
Precioso poema, palabras que salen de el corazòn... Bello!
ResponderBorrarUn abrazo para ti