CAMINO DEL SUR

A mi sueño le gusta  el sonido de mi primer cascabel  mi sueño esta bordado de anuncios que invitan a jugar a la escondida en una torre de Babel. Mi sueño está hecho de piadosas madreselvas de angustiantes soledades, viste enredaderas de lutos se alhaja de dolores y resabios. Cuando mi sueño está  despierto, es optimista pero a la llegada del  ocaso viste de luciérnagas para olvidar que es un sueño roto, se puebla de ruidos, para no escuchar los pedazos desgreñados de su nombre retumbando en los recovecos de la cama, se enfunda los ojos para no reconocer en sus visiones el olor del pasado. Mi sueño se  esconde de sus párpados hasta que el cansancio lo vence y al fin, mi sueño, se duerme dejándo a la noche hacer su tarea trayéndome paz. María Pilar

Viajero eterno Cumbres borradas de misterio develan al mundo sus secretos dan reposo al viajero eterno quién confiado  hunde su mente, en nubes  de terciopelo quisiera quedar  para siempre al amparo de ese lecho más es preciso que  marche antes que llegue el invierno, no hay que dejarse engañar por los encantos del cielo de un momento a otro soplan vientos nuevos que a un lecho de nubes desarman sin consuelo  de golpe lo  aterrizan al más duro de los suelos   y ya no puede marchar siguiendo al compás del tiempo.  María Pilar

Ocaso Mi corazón es paloma  de alas  dispersas surca, de oeste a este,  grazna de sur a norte, abraza esperanzas contempla atardeceres, asalta montañas, rompe rieles. Paloma de vuelo ligero,  de agallas fuertes. Mi corazón paloma,  niega  enmohecerse sigue de cerca a las nubes, se empapa de laureles refresca su plumaje  en mares de juguetones vaivenes. Mi corazón se alimenta entre algas y peces del amor que le prodigas, sin ataduras ni redes, endulzas mi historia, le das pasion y la tejes.     Tu corazón es   águila y lo entiendo  el mío es paloma y lo comprendes. en completa libertad,  mi vida te pertenece. Mi corazón paloma, de alas dispersas de plumaje azul, rojo y verde. María Pilar