Compañeros : Hace 25 años dejamos atrás un camino común, para dar inicio a nuestra vida profesional y adulta. Cargados de sueños, de ideales, con el alma sensible y pura, nuestra faz sonriente, algo de incertidumbres en nuestras mentes y quizás ambiciosos proyectos guardados recónditamente, nos alejamos al encuentro de nuestros destinos. Poco a poco empezaron a concretarse nuestros sueños, viviendo también algunas frustraciones, en fin a cada quien le ha tocado lo suyo y de una u otra manera así como hemos tenido alegrías imperecederas, también llevamos grabadas tristezas indelebles. Creo que esperar para volver a reunirnos, ha sido bueno, excepto, porque ya no podemos compartir con quienes se han adelantado en seguir ese camino trascendente y desconocido. Realizamos este reencuentro, cuando ya nuestras vidas han recibido esa cuota necesaria de lo dulce y de lo agraz, cuando ya no tenemos que demostrarle a nadie ni a nosotros mismos lo que somos o hemos sido capaces de hacer y de ser,