Termina otro día, a descansar de poses adoptadas para llevar mejor la rutina. Llega la noche y con ella el despertar de los deseos que por las circunstancias no te queda más que plasmarlos en esa mueca aborrecible, cuidadosamente disimulada tras una sonrisa, que cada vez te cuesta más mantener. Es mejor que te vayas a la salita y te mires silenciosamente en el espejo y ayudado de tus dedos acomodes tus músculos antes de traspasar el umbral, así no impactes su atolondrado corazón con esa cara ficticia, mira que no ha sido un buen día para nadie menos para ella, cada día le cuesta más mantener las apariencias, como si aquí no pasara nada. Ya lo sé, es tan difícil para todos, no comparemos, para que darse la molestia de medir el dolor, si al final es eso "dolor", pero mira queda menos tiempo, ya se encargará de ella la muerte, paulatina y tan parcial, seguro nos causará mas de una envidia ver su entrega, pues la quiere mas que a nada ni a nadie,