El sábado recién pasado asistí a una reunión almuerzo al cuál fuimos convocados un grupo de Yumbelinos, especialmente ex alumnos del Liceo, entre los cuales yo no me cuento pero como estoy ligada desde siempre a mi pueblito pertenezco a una Fundación cuya finalidad es colaborar en la educación superior de los alumnos que egresan de 4° medio y que tienen que emigrar para continuar sus estudios, hasta ese momento había realizado el contacto a distancia no había podido participar de una reunión en vivo.
La verdad es que fue muy grato reencontrarme y saludar a amigos, ex profesores, familiares cercanos y otros lejanos, conocidos en fin, una gama de personas que de una u otra forma nos hemos topado en alguna circunstancias de nuestras vidas y cuyo común motivo para estar allí es realizar mediante nuestra participación en la Fundación una devolución de mano, agradecer así la oportunidad que alguna vez tuvimos de educarnos, colaborando aunque sea con un pequeño grano de arena para la educación de chicos que con escasos recursos deben salir de su pueblo a enfrentar la vida facilitándoles algún medio ya sea, alimentación, matricula, libros, cuadernos, etc., de acuerdo a lo que ellos mismos solicitan.
Fue una linda jornada en todo sentido, el hacer un alto en el camino, desviarnos de nuestra propia realidad, compartir un interés común y comprobar que nuestro modesto aporte ya está dando frutos, fue realmente gratificante después de unos días plenos de trabajo y obligaciones, arreglos en la casa que han salido más largo de lo deseado, alguna que otra penita en estos días, etc., sin dudas, fué muy bueno asitir a esta reunión en que nos inyectamos de optimismo por los logros que los chicos beneficiados han obtenido así seguimos mas motivados en apoyar esta causa.


M. Pilar O.


Comentarios

  1. Me ha gustado la foto de esta entrada. El texto me ha entristecido un poco, no porque haya nada triste en él (todo lo contario), sino porque me recuerda la ambigüedad de la relación que mantengo con la sociedad en la que me ha tocado vivir...

    ResponderBorrar
  2. Los reencuentros pueden ser muy enriquecedores cuando se está list@ para ellos...tienes suerte, esa preciosa suerte que dan las localidades aún pequeñas y amables.

    un abrazo

    ResponderBorrar
  3. Pili: hola. Pensar que esas araucarias que aparecen en la foto las plantaron el año que ingresé al Liceo, hace 34 años; en ese entonces tendrían no más de 50 cm de alto y ahora verlas así...impresionante.
    Un abrazo grande.
    Fernando

    ResponderBorrar
  4. Me hundo en el fondo bello de tu letras
    y encuentro tu alma florecida
    recorro el abismo y te detecto feliz de haberte hayado.

    Simpleza infinita que nos une
    que nos llama y nos confunde.

    Y es que todo nos mueve al mismo espíritu
    donde el tiempo nos envuelve,
    nos amarra y estremece.

    Un beso para tu alma.

    ResponderBorrar
  5. estos encuenttro siempre reportan granitos de arena que nos van enriqueciendo...
    besos

    ResponderBorrar
  6. pues felicidades por ese buen rato lleno de reencuentros.

    saludos

    ResponderBorrar
  7. Mi agradecimiento a Glo, Bajamar, Fernando, Gerardo, Mustafa Amparo Paco por compartir este reencuentro con mis raices.

    Abrazos
    M. Pilar

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

Gracias por detenerte,
por tus palabras, doblemente agradecida.

Te invito a mi blog de imágenes La extensión de mis ojos


Pilar

Entradas más populares de este blog

Mi Blog cumple su tercer año

Una madre nunca muere

Tierra Herida